MARÍA MONTESSORI
María
Montessori (Chiaravalle, Ancona, Italia, 31 de agosto de
1870 – Países Bajos, 6 de mayo de 1952) fue una educadora, científica, médica,
psiquiatra, filósofa, antropóloga, bióloga, psicóloga, devota católica,
feminista y humanista italiana.
Actualmente
puede parecer difícil comprender bien el impacto que tuvo María Montessori en
la renovación de los métodos pedagógicos de principios del siglo XX, ya que la
mayoría de sus ideas hoy parecen evidentes. Pero, en su momento, fueron innovaciones
radicales que incluso levantaron controversias entre los sectores más
conservadores.
El Método Montessori de educación que ella obtuvo a partir de su experiencia ha
sido aplicado exitosamente con todo tipo de niños y es muy popular en muchas
partes del mundo, a pesar de las críticas a su método en los inicios de la
década de los treinta y cuarenta del siglo XX. Según Montessori, los niños absorben como
“esponjas” todas las informaciones que requieren y necesitan para su actuación
en la vida diaria. El niño aprende a leer y escribir de la misma manera que lo
hace al gatear, caminar, correr, etc, es decir, de forma espontánea. La Dra.
Montessori no estaba de acuerdo con las técnicas rígidas y, frecuentemente,
crueles que se utilizaban en Europa. Basó sus ideas en el respeto hacia el niño
y en su capacidad de aprender, partía por no molestar a los niños como
reproducciones de los padres y profesores. Concibió a los niños como la
esperanza de la humanidad, dándoles oportunidad de aprender y utilizar la
libertad a partir de los primeros años de desarrollo, así el niño llegaría a
adulto con la capacidad de hacer frente a los problemas de vivir, incluyendo
los más grandes de todos, la guerra y la paz. El trabajo de María Montessori no
solamente era el desarrollar una nueva manera de enseñanza, sino descubrir y
ayudar a alcanzar al niño su potencial como ser humano, a través de los
sentidos, en un ambiente preparado y utilizando la observación científica de un
profesor entrenado. En las escuelas Montessori, “la meta de la educación debe
ser cultivar el deseo natural por aprender”, por lo que se manejan varios
grados en cada grupo y existe diversidad de edades. Los niños más mayores
ayudan a los pequeños, los cuales a su vez retroalimentan a los mayores con
conceptos, quizás, ya olvidados. Este método de educación es mucho más que el
uso de materiales especializados, es la capacidad del educador de amar y
respetar al niño como persona y ser sensible a sus necesidades.
El educador ejerce una figura de guía que potencia o propone
desafíos, cambios y/o novedades. El ambiente Montessori no incita a la
competencia entre compañeros, en cambio, se respeta y valora el logro de cada
alumno en su momento y ritmo oportuno. El error, es considerado como parte del
aprendizaje, por ello, no es castigado, sino, valorado e integrado como una
etapa del proceso.
Para concluir, podemos decir que los niños Montessorianos
aprenden a trabajar tanto independientemente, como en grupo. Son capaces de
resolver automáticamente los problemas que se le presentan, seleccionar entre
distintas alternativas la más adecuada y administrar bien su tiempo, puesto que
se les ha estimulado a tomar decisiones desde temprana edad. Intercambian ideas
y conversan libremente con otros acerca de su trabajo y experiencias. Estas
actividades enriquecen sus destrezas de comunicación facilitando, así, su
camino en diferentes entornos sociales.
Pienso que este método debería usarse más en España, puesto
que no tiene nada que ver a la metodología usada actualmente en los colegios, y
a mi parecer el método Montessori sólo tiene ventajas. Sé que existe alguna
escuela que desarrolla este método en la actualidad, pero el número de escuelas
con esta metodología es escaso, por ello creo que deberían implantarse más que
lo desarrollen.
BIBLIOGRAFÍA
Recuperado el 27 de Abril http://es.wikipedia.org/wiki/Maria_Montessori
Propios
conocimientos y opinión personal.
Silvia Fuentes Brihuega
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