sábado, 17 de mayo de 2014

María Montessori - Silvia Fuentes Brihuega

montessori.jpgMARÍA MONTESSORI


María Montessori (Chiaravalle, Ancona, Italia, 31 de agosto de 1870 – Países Bajos, 6 de mayo de 1952) fue una educadora, científica, médica, psiquiatra, filósofa, antropóloga, bióloga, psicóloga, devota católica, feminista y humanista italiana.
Actualmente puede parecer difícil comprender bien el impacto que tuvo María Montessori en la renovación de los métodos pedagógicos de principios del siglo XX, ya que la mayoría de sus ideas hoy parecen evidentes. Pero, en su momento, fueron innovaciones radicales que incluso levantaron controversias entre los sectores más conservadores.
El Método Montessori de educación que ella obtuvo a partir de su experiencia ha sido aplicado exitosamente con todo tipo de niños y es muy popular en muchas partes del mundo, a pesar de las críticas a su método en los inicios de la década de los treinta y cuarenta del siglo XX. Según Montessori, los niños absorben como “esponjas” todas las informaciones que requieren y necesitan para su actuación en la vida diaria. El niño aprende a leer y escribir de la misma manera que lo hace al gatear, caminar, correr, etc, es decir, de forma espontánea. La Dra. Montessori no estaba de acuerdo con las técnicas rígidas y, frecuentemente, crueles que se utilizaban en Europa. Basó sus ideas en el respeto hacia el niño y en su capacidad de aprender, partía por no molestar a los niños como reproducciones de los padres y profesores. Concibió a los niños como la esperanza de la humanidad, dándoles oportunidad de aprender y utilizar la libertad a partir de los primeros años de desarrollo, así el niño llegaría a adulto con la capacidad de hacer frente a los problemas de vivir, incluyendo los más grandes de todos, la guerra y la paz. El trabajo de María Montessori no solamente era el desarrollar una nueva manera de enseñanza, sino descubrir y ayudar a alcanzar al niño su potencial como ser humano, a través de los sentidos, en un ambiente preparado y utilizando la observación científica de un profesor entrenado. En las escuelas Montessori, “la meta de la educación debe ser cultivar el deseo natural por aprender”, por lo que se manejan varios grados en cada grupo y existe diversidad de edades. Los niños más mayores ayudan a los pequeños, los cuales a su vez retroalimentan a los mayores con conceptos, quizás, ya olvidados. Este método de educación es mucho más que el uso de materiales especializados, es la capacidad del educador de amar y respetar al niño como persona y ser sensible a sus necesidades.
El educador ejerce una figura de guía que potencia o propone desafíos, cambios y/o novedades. El ambiente Montessori no incita a la competencia entre compañeros, en cambio, se respeta y valora el logro de cada alumno en su momento y ritmo oportuno. El error, es considerado como parte del aprendizaje, por ello, no es castigado, sino, valorado e integrado como una etapa del proceso.
Para concluir, podemos decir que los niños Montessorianos aprenden a trabajar tanto independientemente, como en grupo. Son capaces de resolver automáticamente los problemas que se le presentan, seleccionar entre distintas alternativas la más adecuada y administrar bien su tiempo, puesto que se les ha estimulado a tomar decisiones desde temprana edad. Intercambian ideas y conversan libremente con otros acerca de su trabajo y experiencias. Estas actividades enriquecen sus destrezas de comunicación facilitando, así, su camino en diferentes entornos sociales.
Pienso que este método debería usarse más en España, puesto que no tiene nada que ver a la metodología usada actualmente en los colegios, y a mi parecer el método Montessori sólo tiene ventajas. Sé que existe alguna escuela que desarrolla este método en la actualidad, pero el número de escuelas con esta metodología es escaso, por ello creo que deberían implantarse más que lo desarrollen.

BIBLIOGRAFÍA
Propios conocimientos y opinión personal.



Silvia Fuentes Brihuega

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